lunes, 29 de marzo de 2010

"Jinetes del Salario Púrpura"

Philip José Farmer*
La Tierra da bandazos como un barco que se hunde,
con la popa casi arrancada por la riada de excrementos
de los cielos y las profundidades,
que Dios, en Su terrible generosidad,
ha concedido al oír gritar a Ahab:
"¡Mierda! ¡Mierda!".
Lloro al pensar que éste es el Hombre
y éste su fin.
Pero, ¡mira!,
en la cresta de la riada,
un buque de tres palos de antigua forma.
¡El Holandés Errante!
YAhab está en pie sobre la cubierta de un barco, una vez más.
¡Reíd, Hados, y burlaos, Norns!
Pues soy Ahab y soy el Hombre,
y aunque no puedo abrir un agujero en el muro de Lo Que Parece
para coger un puñado de Lo Que Es
pese a todo seguiré golpeándolo.
Y mi tripulación y yo no cejaremos,
aunque las cuadernas se rompan bajo nuestros pies
y nos hundamos hasta hacernos indistinguibles
del excremento general.
Durante un momento que arderá en el Ojo
de Dios para siempre,
Ahab se yergue,
silueteado contra la llamada de Orión
puño cerrado—falo sangriento—,
como Zeus exhibiendo el trofeo de la castración de su Cronos.
Y entonces él, su tripulación y su barco
se hunden y chocan de frente con el borde del mundo.
Y según se dice, todavía están
c
a
y
e
n
d
o.


*Philip José Farmer (1918-2009) escritor estadounidense de ciencia ficción y fantasía 

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